Problemas como la ansiedad y el estrés, tan habituales en la población actual debido a nuestro frenético ritmo de vida, tienen graves consecuencias en nuestra salud, en especial en uno de los órganos más sensibles y delicados de nuestro cuerpo; la piel
“El estrés y la ansiedad generan una hormona llamada cortisol que provoca la inflamación de la piel“, los síntomas de piel estresada, falta de luminosidad y tono apagado de la piel, obstrucción de los poros, deshidratación ,hiperactividad de glándula sebácea, disminución de producción de colágeno, flacidez, más líneas de expresión), rojeces y molestos picores cuando se exponen a fuertes cambios emocionales o de temperatura y, en muchas ocasiones, granos y brotes de acné. Existen también otros factores que, tanto el estrés como la ansiedad pueden desencadenar problemas dermatológicos como acné y psoriasis.
Estas alteraciones son una forma que tiene nuestro organismo de decirnos que algo va mal, que debemos parar ese ritmo tan ajetreado que llevamos y tomarnos la vida con más calma y tranquilidad.
